Educación pública, privada o concertada en España.




España es el cuarto país de Europa donde menos escuela pública hay en Secundaria y el tercero en Primaria. En concreto, un 69% de los alumnos españoles de Secundaria acuden a centros públicos (68% en Primaria), un porcentaje que en todo el continente solo baten Bélgica, Reino Unido y Malta, según datos de Eurostat (los de Holanda están en revisión). En el otro extremo, países como Irlanda, Rumanía, Croacia, Alemania o Finlandia superan el 90% de sus alumnos en centros públicos.
España ocupa también el cuarto lugar en cuanto a la presencia de colegios concertados (privados sostenidos por fondos públicos), que suman el 28% de la oferta educativa estatal, tanto en Primaria como en Secundaria. El restante 3% estudia en un centro privado.
El debate sobre escuela concertada sí o no es recurrente en España. Estos centros surgieron a mediados de los años 80, cuando tras la dictadura el gobierno socialista quería universalizar la educación pública y gratuita, pero no tenía los colegios públicos necesarios para ello ni los fondos para construirlos. Así que Felipe González tiró de centros privados, a los que pagaría los salarios de los docentes y otros gastos generales a cambio de que se integraran en el sistema público. Colegios públicos y concertados forman parte de la misma red hoy en día, comparten derechos y deberes al menos en teoría. Treinta y algún años después, la red concertada se ha hecho con aproximadamente dos millones de alumnos y 130.000 profesores repartidos por 3.500 centros.
En los últimos años,  la escuela concertada se ha beneficiado de un empujón político con la introducción de la nueva ley educativa, LOMCE,  lo que en la práctica supone un impulso a la educación privada y concertada en detrimento de la pública, Según UGT, entre los años 2000 y 2013 se cedieron 82 parcelas para construir este tipo de colegios.
Las pegas que ponen los críticos a la escuela concertada está que la Iglesia controla alrededor de seis de cada diez centros de este tipo a través de Escuelas Católicas, por lo que el Estado estaría financiando a estas entidades y se le acusa de seleccionar a su alumnado, algo que en el sistema público no se puede hacer.
¿Más cara o más barata?
 La educación concertada, afirman los sindicatos del sector y Escuelas Católicas, es más barata que la pública para el Estado. Pero no porque cueste menos, sino porque el Gobierno les paga de menos.
Así, el coste para el Gobierno de cada alumno en la escuela concertada sería de 2.670 euros frente a los 5.348 euros de los centros 100% públicos, según un estudio del CIS.
Pero ante del dilema de si acabar o no con los centros concertados nos encontramos con la problemática de qué se hace con los alumnos de estos centros, que la red pública no puede asumir o qué ocurriría con sus profesores, que tendrían que equiparar su estatus y condiciones con los de sus compañeros funcionarios.

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Sánchez Caballero, D. (2017, 16 de Marzo). España, entre los países de Europa con menos escuelas públicas y más concertadas.

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